No sé para que me abro,no sé porque tiendo a mentir, a inventar, necesito agarrarme de algo y no hay nadie, pero están mis historias, entonces construyo una imágen de mi que cuando me apuntan, me largo a llorar. Como ahora, no, nunca jamás haría eso, no soy esa clase de persona hasta que lo digo tantas veces que lo hago, o algo parecido y ahí se acerca la etiqueta, se acerca y se impregna en mí. Etiquetas de mierda. No soy NADA. O soy humana, y me equivoco, y busco desesperadamente cualquier cosa a la que aferrarme porque la soledad me hace ver lo que no quiero ver, aunque el silencio es tan perfecto porque no escuchas las bombas, ni los gritos, ves las risas malévolas, pero no las sentís porque no sabes por qué te acusan, y no pueden hacerlo porque no tienen voz, no tenés poder, y el silencio aún así tan distante a la realidad, es lo más cercano a la verdad, sobre lo que soy, porque no invento, porque no me enriedo en lo que no existe, porque no invento para parecer, para tener algo que decir, pero entonces dejo de ser yo, esa que crea su mundo de fantasías, por la que todos la etiquetan.
Me mareo en mi propio ser. Y me creo las etiquetas, hasta que me convierto en ellas, solo por ser algo o alguien, y lloro a escondidas porque soy lo que soy. ¿ De verdad soy así? Si es verdad, ayudame a cambiar, por favor.
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