Se entregó completa, habiendo dejado ya antes el corazón y el alma en ese cuarto,
y en algún otro capaz
Y a cambio, le pidió que la amara más de lo que ella podría amar en toda su vida
Pero su cuerpo para él era un paseo y no su tierra natal
El nunca estuvo ahí
Asique terminado el asunto, como todo hombre fino, se volvió a otro lugar
Habiéndole dicho tantas veces que ella era su hogar.
Así, ella hoy no es nadie. No es nada
Se entregó para ni poder quedarse sola, porque ni a ella misma se tiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario