Es ésto lo que nos queda? Después de batallas a campo abierto y encuentros a escondidas, ésto es todo lo que nos queda? Comunicarnos a través de un hilo y un par de latas? Un hilo tan largo, tan infinito que a veces me olvido de esperar tu llamado, que a veces escucho lo que quiero escuchar y no lo que queres decir. Es como recibir un telegrama y escuchar las señales de atrás para adelante. Y es que no sé como hacer, muchas veces les afirmé, que parte de mi olvido eras y era la única parte en la que parte tenías, pero como ves doy vueltas ante tu nombre, me escabullo y no respondo, pero nunca dejo de escuchar, necesito saber. Dejaste una marca en mí y no lo puedo evitar, porque en todo lo que hago, vos aún estás aunque jamás estés. Sos como un tatuaje sin devolución, una quemadura sin solución, una huella dentro de mi. Y aunque no lo veas, aunque yo no lo vea y nadie lo vea, en cada paso que doy me retumba tu voz. Sos la razón por la que escribo, sos la razón por la que nunca sigo ese camino, sos la razón y no lo puedo evitar. No lo puedo evitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario